miércoles, 21 de mayo de 2014

El vino.


Sin pensarlo bien el vino ayuda a que las cosas fluyan cuando guardas secretos en la mente. La mayoría de veces no esperas que se den tan radicales pero la vida está escrita y todo sucede siempre por algún motivo, si te gusta o no, al final termina enseñándote muchas cosas sorprendentes.
El vino es el mejor amigo de las alegrías, de las decepciones y soledades. Pero también ayuda a encontrarte con tu “yo interior” y entenderte todos tus por qués…
La vida va avanzando como una bicicleta, mientras más pedalees, más lejos llegarás, pero, y si no llegas a dónde quieres llegar?
Simplemente te estacionas a tomar un poco de líquido, recargar energías y seguir. Porque al final a algún lado te llevara.
Noches que transcurren con mucho frío y terminan acalorándote el alma, amigos que entienden mucho de ti pero siempre se sorprenden con cada novedad tuya, conversaciones tan llenas como vacías de todo y nada, amaneceres llenos de sorpresas y alegrías inesperadas.
Como mujer se me hace un poco difícil entender a las personas, pero tengo paciencia y eso me ayuda en algo.
Esperas una noche salir de fiesta y divertirte con tu gente de siempre, te arreglas el cabello, te pones la mejor ropa, la mejor lencería, el mejor perfume, los más bellos zapatos, tanto arreglo para que los mejores momentos sean sin ninguno de ellos.
Amanecer despeinada, feliz, viendo el sol abrirte los párpados de molestia, voltear a observar donde termina la acción y notar que sucedió, sí; llegó a suceder, que es algo nuevo y esperado a la vez.
Comienzas a notar tu adultez y ver esas cosas que antes no percibías, que creías que sucederían en 20 años aun, pero eso nos condena o a ser felices y ganar experiencia o a rendirse e intentar olvidar. Cada cosa en su rubro tiene algo de bueno.
Estoy escribiendo en la oscuridad y el silencio de la noche, inspirándome en un recuerdo, y qué recuerdo! Sonriendo en cada párrafo y continuando mi imaginación recordada.
Con los audífonos escucho música antigua, me siento alguien amada o crecida, que vive su mundo con maravillas y penumbras pero al final seguir es la idea de vivir.
La música me lleva a tiempos atrás en los que los amantes daban tanto por defender su oculto amor, pero en mi caso no es así, más mi ilógica recreación me enseña nuevas emociones.

Sólo espero que esa noche no se pierda en el tiempo o en las costumbres. Cada noche de fiesta saldré tan lista y arreglada como aquella vez, en la que, conocí una novedad.