lunes, 15 de abril de 2013

Libertad del alma.


Que difícil se nos hace salir de un problema, en lo personal, no logro permanecer 24 horas sin salir de casa, no encuentro aún mi libertad interna y poder satisfacerme con nada.
Que poco valoramos aquellos momentos que tenemos para poder caminar en la plaza respirando el aroma de la naturaleza del cielo.
Que ciegos somos al no aceptar que muchos de nosotros somos tan afortunados que tenemos la facilidad de caminar, movernos, respirar, mirar, oír, e incluso comer. Son unos de los pocos privilegios que nuestro ser supremo nos ha honrado.
Desdichados aquellas pobres personas que no piensan siquiera. ¿Qué tan difícil es darnos cuenta que nos quejamos por nada? Existen tantas personas que a pesar de sus carencias, salen adelante y logran cosas inimaginables. Tenemos a médicos, científicos, escritores, atletas, artistas. Toda una gama de personajes que a mi parecer deberían recibir más elogios que un presidente.
Personas tan simples, pero tan grandiosas que son capaces de mostrarnos el hermoso lado humano. Lo provechoso que puede ser esforzarnos y ser personas increíbles. Acaso no sería grandioso esforzarnos un 10% más de lo que usualmente hacemos?
Que grandioso podría ser el mundo si realmente podríamos abrir los ojos y aceptar que tenemos el mundo a nuestros pies y que solo no queremos darnos cuenta.
Tenemos esa libertad que muchos presos y esclavos desean, pero que poco la sabemos valorar; en lugar de hacer cosas provechosas para la vida, la humanidad, incluso por nosotros mismos
A pesar de que muchos no lo querrán aceptar, en el fondo sabemos que únicamente tonteamos.
Claro que hacemos cosas importantes como estudiar, trabajar, mantener a seres queridos y de bes en cuando leer un diario y opinar sobre lo que no concuerda con nuestro pensamiento. Mentes cerradas.
Pero donde se oculta el placer de la libertad? Ese beso matutino a papá, mamá y/o hermanos, seres queridos que en general pensamos estarán siempre allí y solo recordamos que no es así cuando sus vidas se nos van de las manos, cuando ya es tarde y no hay más que hacer que recordar los buenos que eran y cuanto los queríamos.
 A donde va esa libertad? Si mientras caminar por la calle y ves a un perro moribundo, prefieres entrar a la bodega más cercana y comprar cigarrillos en lugar de comprarle un poco de comida y darle un poco de esperanza a su vida. O al menos hasta que un noble de gran corazón pueda enseñarle el calor de un hogar.
Ahora dime, que culpa tuvo el animal de haber nacido y haber sido abandonado en la nada.
Pasando calor, sed, frío, hambre, penas.
Todo ser vivo siente y éstos aunque muy poco demuestren sufren mucho y nosotros, muchos de nosotros que tenemos la suerte de no pasar todo aquello, no compartimos esta dicha, esta poca felicidad.
Ignorantes y malditos aquellos que usan sus vidas a conveniencia propia, en circos, o peor, atropellándolos.
Que libertad pedimos si somos nuestra propia condena y también de los que nos seguirán: hijos, nietos, bisnietos, etc.
De que forma disfrutarán de la vida si nosotros “raza poco civilizada” solo arrasamos y aprovechamos a veces más de lo que necesitamos, como cuando gastamos tanta energía en vano, desperdiciamos el agua del planeta como si hubiese de forma ilimitada.
Olvidamos que la naturaleza fue nuestra madre, quien dio cobijo y alimento a Adán y Eva y de ahí venimos nosotros. Y cada vez nuestro escaso raciocinio nos hace convertirnos en monos enfermos,
Enfermos por tener todo y más. Sin embargo, pudiendo sobrevivir con lo suficiente.
Si tanto mucho se protesta por libertad, por que el ser tan egoísta de querer consumir y absorber todo lo que esté a nuestro alcance.
De qué disfrutarán lo que nos seguirán si nuestra raza exigente llegará a consumar todo…
Ayuden a una anciana, compartan un domingo con sus seres queridos, hagan deporte, despiértense un fin de semana haciendo el desayuno para los que quieren a que con resaca, en cada oportunidad suelten un “te quiero” sincero, pidan por favor y agradezcan, sonrían siempre, cuiden y disfruten de ésta su libertad y el futuro de sus sucesores, como personas, pero no como cualquier persona, sino personas especiales que cuiden su libertad, su mundo y su conciencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario